Ayer dijo adiós Celestino Corbacho al Pleno de L’Hospitalet. No a la Ciutat por que me consta por lo que hemos hablado de que seguirá dando paseos por su barrio junto a Carmen.
El nombramiento de Celestino como Ministro de Trabajo e Inmigración es un reconocimiento a su saber hacer en la Ciudad y a su trayectoria, a su visión de como “gobernar” y gestionar una ciudad, a su habilidad de transformar retos en oportunidades, pero también creo que es un reconocimiento al trabajo de todos los y las socialistas de L’Hospitalet.
Fue un pleno emotivo e histórico para el socialismo de mi ciudad, donde no faltaron lágrimas y el reconocimiento unánime de todos los partidos que forman el Consistorio de la Ciudad, remarcando, al margen de los colores, que es un orgullo para todos nosotros que una persona como Celestino Corbacho nos represente y sea el primer ministro democrático de L’Hospitalet.
Corbacho en su discurso hablaba de hospitalenses “universales” pero se olvidó uno, sin duda alguna el ciudadano de L’Hospitalet más Universal es él, es Celestino Corbacho.
Yo solo le diría una cosa para que la tuviera en mente el tiempo que este por las españas, le diría que es la hora de impulsar cambios, es la hora de avanzar hacia la justicia social, pero que no lo haga olvidándose de donde viene y hacia donde va, que sin duda son el mismo lugar, solo que seguramente, con el trabajo y esfuerzo de todos lo encontrará más cercana a su visión de ciudad que tenía en mente, que no lo haga perdiendo esa mirada de alcalde que el destino y el trabajo le ha hecho ganar a lo largo de todos estos años.
-Texto de Carlos Serrano, 1º Secretario JSC-L'H-
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